Eran las siete de la noche cuando entraron en aquel café donde hacían los mas ricos crepes de la ciudad. Siempre lleno y lleno de ese olorcillo a panqueque al estilo francés recién hecho, el olor del chocolate negro y amargo y Nutella derritiéndose sobre la plancha, esa mezcla de café italiano y “hazelnut” que le llaman, era la delicia de todos.
Se sentaron en una mesita al lado de la nuestra, revisaron la carta, Ella sonreía y el le hacia gracias mientras con sus ojos le decía que lo mucho que la amaba. Y entre risa, la encargada de las mesas, chica alegre, rubia, de ojos azules y muy comprensiva se acerco a pedirles la orden.
Yo quiero un crepe con Nutella, fresas y plátano y un jugo de durazno -dijo ella mirando a su príncipe azul – El miro a la rubia de ojos azules y con ese aire de conocedor y con la idea de que la que sirve, sirve para servir y no para juzgar, le dijo con el pecho hinchado “dime cual es mas rico, el crepe de espinaca con queso de cabra o el de queso con jamón?…. Aquella simpática mujer, llena de amor y de paciencia de angel le dijo suavemente… “el de jamón con queso, insuperable y en verdad contundente, uno de aquellos”… perfecto tráigame uno y una coca cola – dijo el. La rubia tomo la orden y sonriendo se fue a la cocina pensando muy dentro de si “ahhh se nota que aun hay gente que no pasa del pan con mantequilla”…
El Aldo